Pendientes

Quién no tiene una historia pendiente? Quién no tiene una persona con quien nunca estuvo y le hubiera gustado estar? Quién le dijo que no a alguien y hoy se arrepiente? Quién no tiene alguien con quien estuvo pero se distanció equivocadamente? 

Los pendientes son esas personas que quedan en nuestra memoria y no se borran. Aquellos que cada vez que son nombrados nos generan algún tipo de anhelo, duda, ansiedad, excitación, etc. Son personas que deberían haber tenido un principio y un fin y nunca lo tuvieron, sobretodo la segunda parte.

En líneas generales no encuentro ningún problema con tener un pendiente, salvo para aquellos que están en pareja. Si uno esta soltero, por lo general, suele estar abierto a vivir la historia que surja, pero si tenes algún tipo de compromiso con alguien y llegara a aparecer tu “irresuelto”, se te pueden llegar a complicar las cosas.

Por un lado tendrías a tu amor real, la persona con quien compartís todos los días. Por el otro, tu amor ideal, que con algunas características muy poderosas, perturba tu mente gran parte del tiempo.

Es por todo esto que decidí clasificar los pendientes según su grado de impacto:

1- Aquellos que nos entretienen pero no nos detienen

2- Aquellos que nos generan tantas dudas que no nos permiten avanzar

El primero me parece ideal, incluso hasta conveniente. Creo que responde mucho a la publicación del amante, generando adrenalina, diversión, haciéndonos sonreír gran parte del día, etc. Es básicamente un entretenimiento que tiene la vida, un amor platónico. 

En las mujeres se da mucho con actores, cantantes, algún hombre mucho mayor que ellas, un profesor, un jefe, etc. En general son hombres imposibles, lejanos, con quienes se permiten suspirar y decir algo así como: “Lo mato!”. En cambio en los hombres se da con cualquier mujer hermosa que no le da bola: “La AMO!”.

El segundo caso es mas complicado. Aquí realmente hay un ser dando vueltas por ahí que cada vez que hace algún tipo de aparición nos pone en jaque. Es alguien cercano, posible. Afecta incluso nuestro estado anímico para bien y muchas veces para mal. Nos deja pensando, nos detiene en el tiempo. 

Este tipo de pendiente puede motivarnos a mandarnos una gran cagada. Nos puede hacer perder una pareja, girar nuestro mundo hacia una idea que no existe más que en nuestra imaginación. Muchas veces simplemente no nos deja crecer, nos encapricha. 

Nunca, pero nunca debes ponerte en pareja teniendo este tipo de historias inconclusas. Lo mas probable es que tiendas a no resolverla nunca y vivas en una total indecisión. Lo mejor en estos casos, es agotar todas las posibilidades estando solo, libre, hasta que entendamos que no pasará nada. Paso siguiente resignar, y si tomamos la decisión de apostar a otra persona, hacernos cargo. Ya no importa si el irresuelto se acerca o no a nosotros, ya que hemos tomado una decisión. (ver Deselecciones)

Siempre hay perdidas y ganancias. Si nuestra decisión es alguien nuevo, significa que el viejo no va mas, no por decisión del otro sino por decisión nuestra.