domingo, 8 de noviembre de 2009

Sin lugar para los débiles

Hace poco me preguntaron si soy una persona celosa y respondí que hace algunos años era muy celoso, sin embargo en algún momento eso fue cambiando hasta que finalmente dejé de serlo.

Entonces me preguntaba ¿qué habrá cambiado para pasar de una sensación a la otra? Lo primero que me di cuenta es que los celos que sentía de más chico estaban bien fundamentados. Mis temores eran reales y era lógico que me provocaran tan dolorosa angustia y enojo. Entonces, si mis apreciaciones eran válidas, ¿por qué dejé de sentirlo?

Varios meses atrás publique una nota acerca de los celos que me pareció genial. En las primeras líneas mencionaba lo siguiente:

“Para que los celos existan siempre hacen falta tres. El triángulo está formado por el celoso, el objeto de amor o de interés y un rival, que tiene que ser igual o mejor que el celoso.”

“La presencia de un tercero real o imaginario genera una situación de "alarma" y eso es normal, porque de lo contrario no habría interés en el otro.”

Si los celos ocurren por un tercero imaginario, a terapia. Ahora cuando los celos tienen que ver con un tercero real, alguien que específicamente está amenazando mi relación, no sé si realmente hay que tratar de controlarse.

Como bien dice el párrafo de arriba, los celos son una alarma. Algo que nos alerta de un posible peligro a nuestra teórica felicidad. El problema es que el riesgo siempre existe, tengamos o no identificado a nuestro enemigo.

La amenaza para un hombre es el resto de los hombres o el resto de las mujeres para una mujer. Todos o ninguno es lo mismo al final. No hay control posible. Al aceptar esta realidad, temer perder a alguien en manos de un tercero, es igual que temerle a la muerte. Tarde o temprano aprendemos a convivir con esta circunstancia inevitable.

¿Y por qué todos son un riesgo? Porque a su vez, todos tenemos debilidades. Algunas más personales o individuales otras más genéricas. Por ejemplo, los hombres son más débiles a la atracción física. Son mas babosos en general que las mujeres o les cuesta mucho más decir que no a una mujer atractiva que los busca. Esto es más que obvio.

Las mujeres son más débiles a la contención y la protección. Son afectivamente más dependientes, lo que las vuelve mucho más vulnerables en los momentos que se sienten solas, rechazadas o no queridas.

Esto es LEY lamentablemente, o al menos para mí. Un hombre siempre será más vulnerable en la medida que tenga poco sexo (y diversión) con su pareja y muchas hembras dando vueltas en su mejor estado. La mujer siempre será vulnerable cuando su pareja la descuide y haya hombres dando vueltas con su mejor discurso Superman y Lois Lane.

Tener esto claro, además, nos permite evitar las terribles desilusiones que suelen ocurrir muy seguido. Por ejemplo, el hombre presume y luego evidencia que la mujer enamorada no puede tener relaciones con otro hombre con no sea él. Ella lo vende y lo demuestra. De hecho pareciera que no les gusta nadie más que uno. Lo que solemos ignorar o nos negamos a creer, es que al sentirse sola esa ecuación puede cambiar rotundamente. Y aquel goma que no le mueve un pelo, el día correcto apareció con su mejor abrazo.

Capaz es verdad que no le gusta nadie, o que realmente te elige a vos por sobretodos los demás, pero no sobre ella misma. Y como pulsión de supervivencia, cuando hace falta un abrazo, si Batman no está, Robin también hace bien y te puede rescatar de una noche de angustia.

Al hombre le pasa lo mismo. Solo que en él, la necesidad no pasa por contención (en la mayoría de los casos) sino por diversión. El hombre necesita esencialmente divertirse con su mujer. No solo con su mujer, sino en casi todas las cuestiones de su vida. Es un eterno buscador de entretenimientos. A algunos les enloquece trabajar, la guita, a otros el futbol, algún hobby, las minas, los autos, la play, los amigos, etc. Los bajones al largo plazo lo ahuyentan. Le saca las ganas.

Un hombre insatisfecho, será mucho más vulnerable a una mujer en celo (sexy, provocadora, bronceada, gimnasio, ropa provocativa, etc.). Esa es su debilidad.

Entonces, volviendo al origen, ¿por qué se me fueron los celos? Por un lado porque entendí lo que puede pasarme de acuerdo al contexto y momento que estoy viviendo. Eso me ayuda a prepararme para la tormenta cuando veo el cielo cerrado, en lugar de seguir fantaseando que, a pesar de escuchar truenos y ver las nubes como taparon la ciudad, capaz sale el sol y no llueve.

Por otro lado, porque deje de hacer preguntas que promueven mentiras y que además ya sabemos las respuestas. Porque si pregunto y lo que sigue no es de mi agrado, lo más probable es que me chamuyen. O capaz no me mienten, sino que ni el otro entiende lo que le está pasando. No nos olvidemos que a veces, cuando nuestra verdad nos hace daño, nos cuesta más afrontarlo.

Y finalmente porque aprendí a perder. La mejor forma de retener a alguien es seduciéndolo a que te siga eligiendo, sumarle, y no a través de una serie de reglas que buscan egoístamente disminuir el riesgo que tienen todos los vínculos afectivos. Si cobrás y festejas tus éxitos, hay que saber pagar y sobrellevar los fracasos.

Uno buscar lo mejor para uno pero no siempre sucede. Entonces, cuando lo que vemos ya no nos hace bien, la mejor manera de reducir el daño es aceptar la pérdida y alejarse lo antes posible. Ya que cuanto más débiles terminamos, menos energía nos queda para la siguiente (o nueva) oportunidad.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la primera vez que me dejas sin objeciones!!

Increible Ale, por fin nos vamos entendiendo :P

Besos!!!

Pao.

Maximiliano dijo...

Ale querido! a mi gusto lo mejor del ensayo esta en los 2 últimos párrafos.

Resumido: el planteo en general habla (entre líneas) de la falta de códigos y valores imperante en nuestra sociedad como origen de los miedos.

Somos humanos, y por ende sentimos impulsos y deseos todo el tiempo. Que nos hace ser mejores a mi entender? Reconocer esos deseos y hacer de ellos virtudes, no vivir a merced del instinto y la falta de razón.

Si yo cago a mi pareja porque estoy pasando un mal momento con ella (insatisfacción sexual, tedio, comunicación pobre), y busco saciar un apetito mundano ya, en vez de encarar de frente el problema y tratar de crear algo bueno... digamos que mi capacidad de amar realmente deja mucho que desear.

Los celos son potenciados por la incapacidad de confiar, en el otro y en uno mismo.
Cuando alrededor tuyo ves que en general no existe la paciencia, la fe ni muchas veces el respeto, uno termina pensando que no queda otra que forma de vivir que no sea esa.

pero siempre hay otra forma mejor

Abrazo!

Maxi

cd dijo...

mmmmm un mommmennto...si me guio por tu teoria soy candidata a los cuernos de una..y mi pareja tb. Èl, en el hospital 25 horas al dia con un monton de hembras rondandolo como cuervos y yo...pobre yo...solitaria y desprotegida. un quilombo.

Pero lo banco a Maxi con lo que dice.

Anónimo dijo...

Alejandro, una de tus mejores virtudes es la reflexión. Eres capaz de aprender de ti y de tu entorno...suena lógico, pero aún así muy pocos lo practican.
Tanto las ganas de jugarsela por otro, como el aprender a perder demuestran la seguridad en uno mismo.
Te has ganado unos puntos mas...jeje
cuando nos vemos!?

Cynthia ; )

A.C. dijo...

Muy bueno Ale esto que ensayaste sobre los celos y estoy de acuerdo con lo que dice Maxi totalmente.
Beso.

Marina Agra dijo...

estoy de acuerdo ¿con todo?. y, yendo un poco en contra de los comentarios, creo que en este asunto los valores no tienen nada que ver. un beso!

Anónimo dijo...

No seais celosos, que me las cojo yo

Anónimo dijo...

te quedaste sin inspiracion otra vez?

Ale dijo...

YES! En cualquier momento lo cierro!

Anónimo dijo...

:(

A.C. dijo...

naaa, no lo cierres...suspendelo!

cd dijo...

no lo cierres.....de ultima pegate una lavada de cara con agua bien fria y arranca con algo nuevo, en el mismo lugar, siendo el mismo, pero desde otro lado.. sino que que onda? que somos nosotros? simples lectores de blogs descartables y ahora huerfanos!? no eh?!..

Anónimo dijo...

Los celos son malos siempre porque quien los siente piensa que puede exigir ciertos comportamientos de la otra persona. Es decir, espera que la otra persona no sea siempre libre.

Por lo demás, hay demasiados supuestos facilmente falseables. Por supuesto que tampoco me contentaría con la excusa de "es una generalización"...

Cas dijo...

No puedo evitar recordarte cada vez que veo esto:

http://www.youtube.com/watch?v=I9tWZB7OUSU

Y empiezo a creer que no sólo se trata del efecto de tu desodorante...


Besos Taubas!

Ale dijo...

jajaja excelente!

Ya volveré con algo disruptivo!

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