domingo, 27 de julio de 2008

Razón Alterada

Por qué es tan fácil dar un consejo a un amigo y tan difícil optar por una actitud racional para nosotros? La respuesta es simple, cuando uno esta fuera del cuadro se observan detalles que no se ven cuando uno esta adentro. Qué significa realmente esto? Una posible explicación podría ser que el hecho de estar participando de una actividad, te genera concentración en desarrollarla en lugar de en observarla.

No sé si estoy tan de acuerdo con esa explicación. En mi opinión la capacidad de análisis esta siempre presente. La diferencia radica en que cuando algo nos interesa, aparecen las emociones y no podemos evitar dejarnos llevar por ellas.

Me resulta imposible evitar juzgar esta actitud como un poco cómoda. Creo que nunca queremos optar por la opción que nos produciría una insatisfacción más al corto plazo. En general las tácticas, las acciones, los procedimientos que miden éxito al largo plazo, son siempre mas difíciles de atravesar, solo porque uno tiene que, en general, empezar sin ganar o en muchos casos perdiendo.

Las soluciones al largo plazo no nos interesan, lo que nos interesa siempre es una solución inmediata para nuestras necesidades. Pareciera como que hay dos “individuos” en cada persona. El primero es el que razona, charla con nosotros. El segundo es aquel que acciona nuestros comportamientos, el que en definitiva tiene la decisión final de cada movimiento. Este último es quien nunca quiere estar mal y no acepta planteos de infelicidad momentánea, por creer en un beneficio posterior.

Lo primero que encuentro es como una especie de subordinación del que piensa sobre aquel que decide. Parecido a una empresa, el dueño no participa de todas las decisiones, solo de las más importantes. Tampoco es siempre el mas instruido, o el mas capacitado, sin embargo, a pesar de que todos los argumentos estén en su contra, se hará lo que el decida.

En definitiva pareciera que la razón es solo una herramienta, que cada uno deberá saber como utilizar. Está subordinada y no será la que tenga la última palabra. Ahora, qué pasa si el dueño de la empresa en la que trabajamos esta totalmente convencido de llevar a cabo una estrategia que nosotros por nuestro "alto" nivel académico y profesional, sabemos que nos llevaría a una pérdida total? Hasta que punto podemos desafiar o cuestionar la decisión de la personas que nos contrata y nos paga, si para él nuestra alternativa es totalmente incorrecta, y nos pondría en una suerte de incapaces por creer en algo que es considerado incorrecto?

Por ser el jefe y sabiendo que no podemos oponernos a él, tenderíamos a aceptar su voluntad, buscando justificativos para su accionar. Lamentablemente, esto es lo que hacemos en muchos casos. Teniendo en cuenta cual sería la mejor opción frente a una crisis, elegimos la alternativa incorrecta en pro de no sufrir, manipulando nuestros argumentos para no resultar incoherentes.

Un jefe inteligente qué haría? Aceptar que sus líderes, son “herramientas” capacitadas con criterio, análisis, experiencia, etc., y a partir de estos, llegar a la mejor decisión. “Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente mas inteligente que él”.

Hay que tener en cuenta que uno no llega a sentir algo a través del razonamiento, sino que simplemente nos pasa. Es a partir de ahí cuando la razón solo sirve para modificar nuestras acciones, no para modificar lo que sentimos. Así como el sentimiento aparece sin pensarlo, se va de la misma manera. Permanentemente tendemos a manipular una herramienta vital en nuestra vida, que si la utilizáramos mejor, podríamos sacar ventajas que aún no conocemos.

Ojo, esto no quiere decir que hay que dejar de sentir para pensar. De hecho si la lectura es entendida, acabo de aclarar que los sentimientos no son manejables. Mi punto es que habría que tratar de contemplar más atentamente lo que nuestra razón opina de cada acción crítica que vamos a dar. En definitiva si lo que buscamos va en pro de nuestro bienestar, nuestra razón jamás se opondrá.

domingo, 20 de julio de 2008

Mi "EX"...

Es muy probable que este ensayo sea muy criticado. He cruzado ideas y pensamientos con algunas personas, y realmente todas estuvieron en contra de lo que voy a desarrollar. Asi que les pido que me dejen sus comentarios, ya que todo suma.

Voy a empezar con una pregunta: El hecho de ser ex de alguien, implica seguir relacionado en mi presente? O sea, esa persona es algo mio o fue algo mio?

Para mi esta situación es bastante simple: mi ex novia fue alguien que se relacionó conmigo. Esto quiere decir que es parte de mi pasado y no de mi presente.

Expresado de esta manera, pareciera que estamos todos de acuerdo. Sin embargo planteense esta situación: Que sentirían si un amigo tuviera un contacto íntimo con tu ex pareja? Les jodería? Da la sensación que sí. De hecho, hoy, a mí, me dolería.

Por qué? Esta es la pregunta que nadie me ha sabido contestar. Qué raro no? Como no vamos a saber porque nos duele algo? Es más, lo voy a agravar un poco más. Antes de meterme en este tema, pregunte a un grupo de gente que sentían por sus ex. Las respuestas en general fueron: Nada, creo que nada, no me mueve un pelo, lo odio, no me lo banco, no lo quiero ni ver, es un tarado, ya no lo quiero, lo olvide, no me interesa, etc. O sea, básicamente todos aparentaron haber superado su ex relación. Sin embargo, cuando les pregunte si les jodería que su ex estuviera con un amigo de ellos, todos dijeron que sí.

El mejor indicador de superación no es acaso la indiferencia? Si realmente no sentimos nada mas por alguien, cómo nos puede joder que este con una persona X, sea o no un amigo? Quiero aclarar que elegi representar esto con un amigo, ya que al ser tan cercano a uno, es mas fácil poner en evidencia cuanto nos afecta el tema. Es mucho mas práctico decir que no me jode que mi ex este con otras personas, si estas personas no las conozco, y encima a ella no la veo (Ojos que no ven, corazón q no siente).

En mi opinión, lo que nos cuesta indentificar es cuando realmente hemos superado a alguien y cuando no. Yo se que hoy me dolería que mi ex estuviera con alguien, y es por eso que preferiría no saber del tema. Si un amigo se relacionara con ella, sería inevitable no enterarme, y es por esto que le pediría que no lo haga. Ahora, también se, que si el tiempo sigue avanzando, un día la superaré. Y como me voy a dar cuenta? Muy probablemente, cuando el verla feliz al lado de otra persona, sea quien sea, no me produzca ningún tipo de infelicidad.

domingo, 6 de julio de 2008

Pasado Pisado

Este ensayo es mas que nada una crítica, espero, constructiva.

Nunca escucharon a una persona decir: "Pensé que estaba enamorada...", "Era un idiota, no se que le habré visto", "Me gustaba pero despues de haber estado con ella me di cuenta que en realidad no", "Estábamos juntos pero no me gustaba mucho", "Al principio pensé que era una cosa pero después me di cuenta que era otra", "Pensé que era amor, pero duró tan poco que evidentemente no lo era" o la mejor de todas "Pensé que había estado enamorada, hasta que conocí el amor de mi vida".

Qué quiero decir con esto? En general, los análisis de nuestros sentimientos pasados suelen ser muy distintos a lo que creíamos sentir en el exacto momento en el que lo estábamos viviendo.

Esto para mi es un grave error. Las experiencias se miden por las sensaciones experimentadas en su tiempo. Esto significa, que cada noche que uno pasó completamente enloquecido por alguien no pierde valor extemporáneamente, es decir, por más que una semana después creamos que lo sentido aquella noche no era real o era producto de una “equivocación” o “confusión”.

Lo que ocurre es que cuesta entender cómo pudimos sentir tanto por una persona que hoy no parece tener efecto en nosotros o peor aún, un efecto contrario y negativo. Lo cierto es que el amor no se mide por cuanto dura, sino por cuanto siento en el exacto momento en que lo estoy viviendo. El tiempo de duración de una relación no tiene una relación directamente proporcional con la intensidad de la misma.

Se ha instituido que el amor, no es amor si dura poco. Sin embargo grandes filósofos que citamos o estudiamos hoy en día, se cansan de explicar, de diferentes maneras, que el amor no es eterno. Muchas veces las personas desgastan el vínculo por pretender eternizarlo desconociendo que no hay amor más generoso que el que se sabe al mismo tiempo pasajero y singular.

Es muy desagradable escuchar a alguien hablar mal de una persona con la que estuvo y ya no está. Sobretodo, teniendo en cuenta que aquella fue elegida a propia voluntad. Por eso, no hay que desvalorizar o despreciar el amor o a la persona amada una vez que ya no está, por más que siempre nos parezcan ridículas las pasiones de las personas que hemos dejado de amar. Por el contrario, considero que guardar un recuerdo grato y rescatar las cosas positivas que la relación dejó (porque todas las relaciones dejan algo bueno, o alguna enseñanza) es mucho más aconsejable e interesante que menospreciarla.

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