miércoles, 29 de julio de 2009

Tipos de Hombre

El hombre perfecto:
El hombre perfecto para una mujer es, justamente, una mujer. La única persona perfecta para uno mismo es uno mismo, para quienes nos amamos; y nuestro opuesto, para quienes nos odiamos. Esto significa que si te gusta ser quien sos, buscarás a alguien parecido, y si odiás ser quién sos, buscarás tu opuesto complementario.

El hombre casi perfecto:
Este hombre también es perfecto para la mujer. Pero es casi perfecto, porque todo lo que dice y hace es una gran mentira. Le dice a todo que sí, jamás genera un problema, complace, acompaña, pide permiso, tiene ganas todos los días, es como una geisha por fuera y un diablo por dentro.

Este hombre es lo que yo llamo un hombre práctico. No se pelea con la vida ni con las reglas, trata de disfrutar lo más posible a través de lo que está a su alcance. Sabe que hay cosas que nunca van a cambiar, así que simplemente se acopla y la vive a su manera. No corre grandes riesgos, es divertido en general y tiene siempre buena onda.

Pero por otro lado, toda la verdad de lo que realmente ocurre en su vida esta tapada por una gran mentira. En las despedidas de soltero, por ejemplo, coge con putas. Siempre. Le encanta la joda, el quilombo, salir a cazar. Es probable que se pase toda la vida de novio, y con dos o tres amantes por atrás. Sabe cuando decir que no, porque sabe que las cosas no se pueden volver demasiado íntimas. Su mujer está “siempre primero”.

El verdaderamente fiel:
Este hombre es realmente fiel. No engaña. Y no porque no quiera, sino porque tiene miedo de ser atrapado. Suele ser un hombre conservador, rutinario, no suele tomar grandes riesgos en su vida.

A la vez, el hecho de que sea fiel lo hará bastante inflexible. Como realmente hace todo bien, no quiere que le rompan las bolas. Buscan una vida en paz, sin grandes sobresaltos. Puede tener algún tipo de carencia afectiva, y es por eso que le dará un valor más trascendental a la pareja que a otros hombres.

El hombre normal:
En esta descripción voy a tratar de agrupar a la mayoría de los hombres que tienden a comportarse más parecidos entre sí.

Estos hombres aceptan las reglas y tratan de respetarlas lo más posible. Van cumpliendo ciclos y, a medida que alcanzan la madurez, se van tranquilizando. Han vivido cada etapa como debía vivirse, por eso logran cierto equilibrio cuando llegan los compromisos más serios.

Sin embargo son infieles. Pero en la medida estándar. ¿Qué es la medida estándar? Sólo en ocasiones especiales. No andan buscando infidelidad, pero si la encuentran, vaya y pase…. Total, una vez…

De grandes se dedican más al laburo. En general, cuando a un hombre le solucionás la vida en un plano, se dedica a otro. En la adolescencia quiere encontrar sexualidad, joda y amigos. En la medida que encuentra una novia se dedica al dinero y a crecer profesionalmente. La mujer se vuelve un bien necesario, hacen bromas de cómo rompen las bolas y todos esos chistes masculinos de hoy, pero a la vez están enamorados.

Sin embargo, el trabajo, la plata, el barco, el futbol, los amigos y todas esas cosas van a dejar de ser importantes si esta gran mujer desapareciera de sus vidas. Son conscientes de esto, por eso joden pero hasta ahí. Se quejan, pero no hacen nada.

El hombre anormal:
Este hombre no responde a ningún patrón. Son los hombres raros que muchas mujeres les encantan que pasen por su vida alguna vez. Los excéntricos.

Estos hombres te pueden hacer mucho bien y mucho mal. Te pueden complementar en muchos sentidos y destruir en otros. Son hombres de la vida, no se los puede cambiar, y aunque lo logres será solo temporal. Su enamoramiento es para con ellos mismos, o sea que solo lo retendrás en la medida que lo acompañes más de lo que te sentís acompañada.

Además pueden llegar a ser fieles, porque probablemente por hacer todo lo que quieren, en los momentos que amen seguirán sus sentimientos. Pero también es probable que cuando no se sientan bien te dejen, antes o después de una nueva sensación.

Pocas mujeres son las que logran construir algo al lado de un anormal. Las que lo consiguen, puede que lo hagan porque también son anormales, o porque le gusta acompañar y nada más. Pero son personas que se adecuan más a este nuevo concepto de “monógamos sucesivos”.

El hombre radical:
Y acá estoy yo. Y algunos más que probablemente busquen lo mismo. Simplemente contar la verdad, y tratar de vivir en un concepto más transparente entre hombres y mujeres.

Pero como siempre digo, es un viaje solitario. Tendemos a creerles a las personas que nos cuentan las historias que nos gusta escuchar. Y, lamentablemente, las cosas que tengo para decir no son muy gratas para los modelos que hay hoy en día.

Igualmente, vivir en la pura verdad es algo difícil de aplicar. Vivir en la pura verdad es aceptar que un amigo me diga que quiere irse a la cama con mi novia y no matarlo. Vivir en la pura verdad es aceptar que mi empleado no me banca y hacerlo crecer si me parece genial. Aceptar la verdad es poder decirle a alguien todo lo que pensás, y que se siga relacionando con vos como sino hubieras dicho nada. Porque al final, la verdad de las palabras, o la verdad de los pensamientos, no cambia nada en quienes somos… la verdad es lo que siempre fuimos.

sábado, 25 de julio de 2009

XXXI - El verdugo

Tiemblo, estoy temblando. Pero no es el cuerpo, es la sed. Papá, ayudáme, sacáme de acá que esta vez siento que en verdad no puedo más, no quiero estar así, no lo soporto, me tiembla el corazón.

Aunque capaz, Sol, no seas pesimista, capaz no sea así, pero a quién vas a engañar, nena, no te pases la película romántica porque lo perdiste. Y cómo voy a hacer para asumir. No tengo esa fuerza, no tengo nada, Cris, me quedé vacía, acostada sobre esta cama que no me sostiene.

Qué hago con lo que tengo adentro, con todo lo que quise decirte, con los lugares a los que no fuimos; no nos conocimos vos y yo, o vos a mí sí, a esta idiota, idiota total. Qué bronca, qué tarada, por qué, por qué no reaccioné. Otra vez tuve las respuestas delante de mí, otra vez me porté como una pendeja caprichosa.

Aunque no, sí, ¿qué no?, hice todo mal, y ahora lo perdí. Qué voy a hacer con mis fantasías. Y qué van a hacer los demás, a los que arruiné, su familia. Odio, odio, odio es lo único que siento. Me odio. ¡Basta! qué desesperación, necesito tranquilizarme, estoy pensando mal. Basta.

¡Basta!, no puedo más, me tengo que calmar, aunque me haga daño necesito dormir, un sueño que me saque de acá, algo, algo para respirar y no temblar más. Esto es, esto, sólo para pasar esta noche, me lo prometo.

Lo único que hiciste fue enloquecer a todos con este viaje, rompiste las pelotas, rompiste relaciones, les gritaste a tus viejos, hiciste llorar a tu hermana, todo por estar acá. ¿Y ahora? ¿Vas a seguir cagándoles la vida?

Basta, este martirio, nunca me sentí así y esta soledad, qué se hace con tan poco. Si el mundo no me importa, tengo quebrada la voluntad, Cris, siento que resignaría todo lo que construí hasta acá por verte aparecer, porqué suene el teléfono, mi amor, por favor, sacame de acá porque si vos estás muerto y vivo en mí yo no puedo seguir. Me estoy volviendo loca, frenar el diálogo interno, acordate: frenar el dialogo interno, frenar el diálogo interno, hay que frenar el…

martes, 21 de julio de 2009

XXX - Hablame

Cris:

¿Dónde estas? Necesito hablarte, ¿sabés? Pasamos tantos meses escribiéndonos, acompañándonos, que mi cuerpo hoy no puede soportar que esta noche sea distinta. Así es que voy a entornar mis ojos, a buscar en mi recuerdo lo que vi de los tuyos y simular que hablamos.

Hola, Cris… el alivio empieza a entrar. Quiero mirarte, abrazarte, acariciar tu mejilla, aunque ahora sólo puedo tipear sobre una pantalla en blanco. Pero así, de a poco, voy consiguiendo que detrás de estas letras aparezca tu imagen, fija y constante. Fija y constante. Como un ejercicio para tocar el deseo, sos ahora un retrato que no se va. No te vas Cris, y ya sé que no te vas a ir más.

Quiero creer que estás en otro lado, que lo que veo por televisión no tiene nada que ver con vos. Te imagino ajeno a toda esta situación, volando con una sonrisa, próximo a aterrizar en ese lugar que tanto soñaste. Y esa idea me hace estar contenta, como en un destello.

Pero cuando esa luz se va en manos de mis fantasmas, te imagino triste. Triste porque no supiste más de tu Sol. Porque creés que no me jugué por vos, que tus vueltas me ganaron, que por miedo a salir lastimada y por mi orgullo cobarde me alejé de nuestro deseo. Te imagino triste porque al final resulté ser lo que tus miedos anticiparon.

Y ahora que conozco el transito opaco hasta el fondo de la desesperación, sólo encuentro en esta carta la forma de sacar lo que me está aplastando el ánimo. Lo que me quedó. Y eso es que estoy acá, Cris, camino a verte; estoy acá, buscándote por todos lados, sin saber más hacia qué dirección mirar.

Te voy a sorprender. No te vas a alejar. Te voy a emocionar. Mi dualidad libriana se puede convertir en decisión en un instante, sabés. Y esa parte es la que aún no conoces de mí.

Me pone bien hablarte. El alivio se ramifica por mi piel. Me siento algo mejor. ¿Sabes qué imagino? Que me hacés el amor, Cris. Que te subís implacable sobre mí y me dejás descubrir el sabor de tu piel.

Esta es una noche especial. Hoy te necesito conmigo para poder superar el preludio del amanecer y alcanzar el día de mañana. Quiero despertar y enterarme de que este accidente no te hizo daño a vos.

Por eso te pido, Cris, haceme el amor. Fuerte, pegate a mí. Haceme el amor con intensidad. Quiero que tus manos me posean, porque ¡sí!, quiero ser poseída por vos. Desvestime y mirame cuando lo hacés. O no me desvistas, y tocame. ¿Me deseás? ¿Soñaste alguna vez con este momento? Imaginá libremente, porque vas a poder crear conmigo lo que quieras.

Ahora sí, mi amor, ya podes tirar esta carta y mirarme a mi.

lunes, 20 de julio de 2009

XXIX - Reset

- ¿Marcos? ¿Qué hacés acá?
- Qué forma de recibirme. Sol, me dijiste que viniera para Madrid en lugar de irme directo, así no volabas sola para Paris. ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Todo el vuelo me la pasé pensando en ese momento. Y ahora te encuentro con esa cara, como si hiciese una semana que no parás de llorar.
- Marcos, es que no entiendo nada.

- Te extrañaba mucho, Sol. No puedo creer que estemos otra vez juntos. Necesitaba mucho verte. La verdad es que pensé que te perdía para siempre ¿Me podés dar un abrazo y mostrar algo de entusiasmo? ¿Para esto me llamaste, para esto dijiste todo lo que me dijiste?
- Pero Marcos, yo no hice…
- Basta, no me hagas poner mal. Cortá con la joda o con lo que sea que te haya rayado. Ya bastante tuve con estas últimas semanas, no te das una idea de cómo la pasé. No pensé que podía llegar a ser tan difícil una separación. Sol, pensé muchas cosas que me encantaría contarte; quisiera que hablemos de otras que entendí, el porqué de tu alejamiento. ¿Sabés? No tengo ningún resentimiento. Creo que lo que pasó tenía que ser. Las cosas no estaban bien y yo estaba encaprichado con nosotros. Quería que siguiéramos juntos y no me importaba el precio. Y ahora, después de pensar más tranquilo me fui dando cuenta de que uno no puede reclamar sentimientos, simplemente porque nadie elige lo que siente. Sólo reacciona en consecuencia. Vos no tenías la culpa. O por lo menos, no la tenías toda.
- Pero…
- Pará, dejame terminar. Después de escribirte ese mail pude correrme a un costado y empezar a reconstruirme. Sabía que si eventualmente te daba el espacio ibas a poder mirarme como me viste cuando nos conocimos.
- Es que no pasa por culpas, Marcos. No es que hiciste o dejaste de hablar algo. No tiene que ver con vos.
- Justamente, lo que pasa es que uno tiende a culpar al otro acerca de los males que siente. Necesitamos culpables. Es una cuestión humana, según me dijo la psicóloga.
- ¿Qué? ¿Empezaste terapia?
- Si, la necesitaba. Por mí y por vos.
- Pero Marcos, no estás entendiendo.
- Sol, ya está. Pasado pisado. Como te dije antes, no hay resentimientos. Lo importante es que me llamaste, y estoy acá. Lo único que te quería decir es que me perdones por lo que te escribí. Dije lo que sentía en el momento, sin pensar mucho. Venía de unos días muy difíciles, y cuando todo te está saliendo mal, es cuando más solo te sentís. No te tenía cerca, necesitaba escuchar tu voz, cualquier cosa que tuviera que ver con mi Sol para calmarme. Y vos encima volando y cada vez mas lejos. A veces uno no entiende que culpándose a uno mismo existe la posibilidad de hacer las cosas mejor, de solucionarlas. Si la culpa siempre es de terceros, de la vida, de circunstancias que van más allá de nosotros, sólo somos víctimas. Y cuando uno es víctima, no puede hacer nada para mejorar. Sólo padece.
- Es verdad. Me hacés pensar.
- Después de ese día ya me había empezado a sentir mejor. Pero una noche estaba buscando algo por Internet y sin querer leí algo que me quebró. Pero esa vez no sentí ni bronca ni impotencia, sino una profunda nostalgia. Leí una frase que representaba todo lo que sentía. Tiene que ver con aquello que nos queda de un ser especial, cuando desaparece la furia producto de una ruptura y prevalecen los lindos momentos.
- ¿Cómo es esa frase?
- “No llores porque se terminó, sonreí porque ocurrió”.

- ¿Señorita?
- ¡Si! Perdón, me quedé dormida.
- Disculpe que la despierte, pero le queríamos avisar que los vuelos a Qatar se suspendieron por 24 horas.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué hora es?
- Son las 3AM.
- ¿Hay novedades del accidente? ¿Hubo sobrevivientes? ¿Confirmaron los pasajeros?
- Aparentemente hay algunos sobrevivientes, pero no han confirmado nada oficialmente. Siguen las tareas de rescate.
- Bueno, gracias.

jueves, 16 de julio de 2009

XXVIII - Irreversible

Murió. Lo sé. Ay, Dios. No, no, no puede ser.

- Permiso, por favor. ¿Me dejan pasar? No escucho nada. Ay, córranse, no entiendo lo que dicen. Que alguien suba el volumen de este televisor.

…hay mucha confusión en estos momentos. Todavía no hay datos oficiales sobre el número de víctimas. Fuentes del Ministerio del Interior manifestaron la posibilidad de que haya sobrevivientes. Sin embargo, voceros de la aerolínea dejaron trascender que las llamas estaban siendo imposibles de controlar y que eso estaba demorando las acciones de rescate. Lo cierto es que el vuelo de Lufthansa en el que viajaban 166 personas sufrió un grave accidente y que las caras de la gente que espera por información oficial se ven trágicas. Según las listas que están circulando, la mayoría de los pasajeros son de nacionalidad europea; además volaban treinta y tres árabes, siete norteamericanos, dos mexicanos y un argentino. Seguimos esperando que voceros de la empresa…

- Hola.
- ¿Caro?
- Si, ¿Sol? Qué alegría. ¿Cómo andás, boluda?
- Desesperada.
- ¿Qué te pasó? ¿Dónde estás?
- Caro, hubo un accidente en un vuelo y me parece que estaba Cris en el avión, el chico con el que me iba a encontrar en Ezeiza. No doy más. No sé qué hacer. No tengo a quién preguntarle, no conozco a su familia, no tengo ningún teléfono.
- Pará. ¿Me estás hablando del avión que desapareció de Lufthansa?
- Si, ahora no sé bien qué pasó, pero recién estaban diciendo que se está incendiando todo.
- Sol, tranquilízate un segundo. ¿Qué paso con Cris? No entiendo nada.
- Estuvo todo bien, después tuvimos un desencuentro porque los dos teníamos destinos diferentes. El se asustó y siguió su viaje sin decirme nada. Es largo de explicar, la cuestión es que yo iba a ir a buscarlo, estaba a punto de subirme a un avión para encontrarlo en Qatar pero finalmente no salimos por el tema del accidente.
- ¿Qué? No entiendo. ¿Vos no ibas para Paris?
- Caro, boluda, no importa eso ahora, no sé qué mierda hacer. No puedo llamar a casa porque se van a asustar. Estoy sola en el aeropuerto ¿Me decís qué hago? No quiero que le pase nada, Caro, no lo puedo soportar, me muero.
- Sol, tenes que calmarte, no supongas nada todavía. ¿Por qué crees que él estaba justo en ese vuelo?
- Porque iba a hacer combinación por Alemania y, de ahí, a Qatar. Me mandó un mail anoche esperando que le contara dónde estaba, porque iba a venir a buscarme a Madrid. Pero yo no leí los mails hasta muy tarde. Y si siguió con su plan original, es muy probable que sea el pasajero argentino que dicen que estaba en el avión.
- Pero pará, ¿chequeaste de nuevo tus mails?
- Si. De hecho recién le escribí que lo iba a ir buscar.
- Escuchame, amiga, estoy segura de que no embarcó. Lo sé. Tenés que creerme. En algún momento se va a dar cuenta de que pueden estar preocupados por él, y se va a comunicar de alguna manera. ¿Por qué no vas a algún lugar, te tranquilizás, te conectás y esperás novedades? Escribíle un mail y contále todo esto que sentís y dónde estás.
- Caro, explicame cómo hago para seguir. No puedo creerte, todo me dice que está ahí. Desapreció, me hirió y cuando volvió lo mande a cagar. No tuvo nada más de mi lado. Estoy segura que siguió su camino. Soy una forra, por no querer escucharlo un segundo. Actué de impulsiva. Viste como soy… una pelotuda. Ese era el momento en que me tenía que tragar el orgullo de mierda que llevo conmigo, esa basura que siempre está antes que yo.
- Sol, dejá de culparte, reaccionaste como cualquiera. No sabemos si le pasó algo. Esuchame un segundo, dejame que yo piense por vos ahora, que puedo hacerlo mejor. Andá a un bar o volvé al hotel. Conectate, quedate tranquila. Yo estoy acá, ahora estoy con vos, me quedo despierta y sigo mirando las noticias.
- Sí, Caro, pero vos entendés que puede ser que no lo vea nunca más. Qué se acabaron las oportunidades. Que lo que hice, por primera vez en mi vida, puede ser irreversible. Necesito decirle un montón de cosas. Siempre pensé que en los momentos de extrema necesidad, o en los peores momentos de la vida, uno realmente desea estar con quien ama de verdad. El corazón es el único que impone justicia. Odia o perdona a quien debe, y se caga en todas las forradas que parten de los pensamientos. A los sentimientos no les interesa quién creemos que es malo o bueno, quién creemos que nos lastimó o que nos hace bien, quién creemos que nos hizo quedar como idiotas. Sólo siente a quién debe querer y a quien no. Y te lo hace saber todo el tiempo. Yo lo sentía, Caro, y preferí ignorarlo.
- No llores, Sol. Tené algo de fe. No te desmorones, amiga, por favor. Todavía hay esperanzas. Subite ya a un avión a Buenos Aires. No digas nada que yo te voy a buscar.
- Imposible. Esta noche no me muevo de acá. Ahora, necesito salir, necesito aire. Sólo te quiero hacer una pregunta y por favor contestame con la verdad.
- Claro.
- ¿Si te quedaran unos días de vida, con quién querrías pasarlos? ¿Creés que sería con Martín? ¿O llamarías al forro de Nacho, que no te podés sacar de la cabeza?
- Pará, Sol, no hagas este drama. Ahora estoy preocupada por vos, mantenete comunicada. Es lo único que te pido.
- Está bien. No digas nada.
- Avisame.
- Sí, chau, gracias, Carola.

lunes, 13 de julio de 2009

Hombre & Mujer

El primer ensayo que escribí acerca de las diferencias que existen entre hombres y mujeres se llamó: "Hombre y mujer, naturalezas distintas".

Este fue mi primer intento de comenzar a explicar las innumerables diferencias que encuentro entre los géneros tanto en materia sociológica, psicológica y antropológica.

Obviamente, mi apreciación es bastante acotada, dado que no tengo profundidad teórica y solo está basada en mi percepción, memoria y capacidad de relacionamiento.

Igualmente, el tema me apasiona, y hace un tiempo, mientras escuchaba la radio, dos periodistas comentaron acerca de las "obvias" diferencias entre hombres y mujeres en relación a los sentidos (vista y audición principalmente) más o menos desarrollados. Lamentablemente agarre el diálogo empezado, pero me quedo dando vueltas en la cabeza.

Recuerdo una frase que decía algo así como que el hombre, cuando necesita observar algo con precisión, los sonidos tienden a alterar su percepción, a pesar de no tener nada que ver una cosa con la otra. Y lo ejemplificaban en la típica situación cuando un hombre está manejando en la búsqueda de una calle o altura, y necesita bajar el volumen de la música del auto, para focalizar mejor la vista. Raro pero real, sin embargo comentaban que a la mujer, dada su composición, esto no le afecta.

Conclusión, decidí ponerme a leer un poco más acerca de estas teorías y decidí empezar por la más antigua: La religiosa.

Como he dicho en muchos ensayos, no creo en nada más allá de mis sentidos o los sentidos de mis semejantes. Dudo, pero no creo.

Considero que ninguna persona me puede explicar cómo debo vivir o dejar de vivir la vida, de acuerdo a la interpretación de unos textos que ocurrieron hace más de 2000 -los más recientes- y 5000 -los más antiguos-.

Sin embargo, estos muchachos, a pesar de su escasa interpretación de la realidad, dada la falta de elementos científicos de investigación que hay hoy en día, se pasaban el día observando y filosofando acerca de TODO. Seguramente mucho más que lo que observamos nosotros hoy en día.

Por eso decidí publicar como explica la religión judía (una de las religiones más antigua) las diferencias que existen entre los géneros. Al margen de los motivos que le dan origen, que además en mi entender es lo único que no tiene sustento racional, la apreciación me resultó interesante.

Que lo disfruten....


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Hombre y Mujer – Una Visión Judía acerca de la Diferencia de Géneros

Para tener una idea clara del rol de la mujer en el judaísmo, tenemos que ir al principio, a la Torá.

En el primer capítulo de génesis, la Torá se refiere a Adán en plural:

"Dios creó al hombre a su imagen; a su imagen Dios lo creó, hombre y mujer Los creó. Y Dios los bendijo" (Génesis 1:27,28)

¿Por qué la Torá dice " los" creó? ¡Esto fue antes de la creación de Eva!

La tradición oral judía nos provee una fascinante explicación a esta irregularidad gramatical. La primera persona era verdaderamente un ser andrógino, era hombre y mujer en un solo cuerpo, sofisticado y autosuficiente.

Pero si Dios había creado un ser humano tan completo, entonces ¿por qué luego los separo en dos, Adán y Eva?

Una de las respuestas dadas, es que Dios no quería que este primer hombre estuviera solo, ya que esto iba a crear en él, una sensación de autosuficiencia. Podemos notar que en el hebreo clásico, no existe una palabra para referirse a "independencia". (La que usamos ahora, atzmaut, es del hebreo moderno). El concepto de independencia no existe en la tradición judía. Aparte de Dios, nada ni nadie es realmente independiente. Ya que debemos enraizar en nuestro corazón que Dios es la fuente de todo, la autosuficiencia sería una derrota espiritual.

Dios quería crear al ser humano en dos seres distintos, para así crear una sana relación de dependencia, anhelo y entrega mutua. El ser humano no está destinado a estar solo, ya que no tendría a quien darle, no tendría con quien crecer, ni nada por lo cual esforzarse.
¿Por qué no los Creó Mellizos Idénticos?

Pero, ¿por qué entonces Dios no creó dos seres idénticos? La respuesta es, que para poder aumentar la acción de dar al prójimo, el receptor debe ser distinto al dador. Si los dos fueran idénticos, el darle al otro puede ocurrir, pero limitadamente. La persona daría, basado en sus propias necesidades, ya que el receptor tendría las mismas necesidades que el dador. Para ser verdaderamente un dador, la persona tiene que tener en cuenta lo que el receptor necesita y no lo que él quiere dar. Al darle a otro, que tiene necesidades diferentes, la persona aprende a pensar y a dar en términos que no son los suyos propios.

Entonces vemos, que la separación tenía que expresarse en dos seres distintos, para así nosotros llegar a apreciar, amar, dar y preocuparnos por personas distintas.

Esto es fundamental para todo crecimiento moral y espiritual. También podemos entender, porque Dios no creó dos seres desde el comienzo: al comenzar como uno, podemos saber, y sentir, que nuestra pareja es nuestro verdadero complemento y que la necesitamos con sus diferencias así como ella nos necesita con las nuestras.

Diferencia entre los Géneros
La Torá es el camino hacia el crecimiento espiritual. Hemos visto que para poder crecer, una persona no puede estar sola. Por lo tanto, dos seres fueron creados. Para aumentar el crecimiento, los seres necesitan ser distintos, y por ello el hombre y la mujer fueron creados como seres distintos. ¿Pero cuáles son estas diferencias?

En los textos que hablan de la creación, en el libro de Génesis, la forma en que Dios separa al hombre y la mujer nos da una idea acerca de la diferencia entre los dos géneros, el masculino y el femenino. Brevemente discutiremos acerca de las poderosas diferencias. Nótese, que las diferencias masculinas-femeninas que vamos a analizar, no aplican exactamente de la misma manera a cada hombre y mujer, ya que todos fuimos creados como seres únicos. Sin embargo, lo que la Torá describe se aplica a todas las personas en algún grado.

Es interesante notar, que Adán no fue dividido en dos; sino que Eva fue creada de un órgano interno: su costilla. Al mencionar la costilla, la Torá nos enseña un principio para entender la naturaleza de la fuerza masculina y de la fuerza femenina, a saber, que la manifestación y fuerza femenina es más interna, mientras que el enfoque y expresión masculina es más externa.

La naturaleza interna femenina, puede ser observada en la enorme importancia que tienen las relaciones (que por definición son personales y privadas) para la mujer. La psicología moderna confirma esta diferencia. El best seller, "Los Hombres son de Marte y las Mujeres son de Venus" por el Dr. John Gray, extiende esta idea y dice que las mujeres están más orientadas a basarse en las relaciones que los hombres.
El énfasis en lo interno tiene muchas consecuencias prácticas. Mientras que la mayoría de los preceptos del judaísmo se aplican por igual al hombre y a la mujer, incluyendo las ideas centrales de celebrar el Shabat y comer casher, no todos los mandamientos se aplican de la misma manera. El sistema de la Torá para lograr el desarrollo espiritual y la felicidad, se aplica de manera diferente en los dos sexos.

Por ejemplo, las mujeres al ser su naturaleza más interna, y ser más reservadas, generalmente encuentran su conexión directa con Dios a través de los rezos personales. Por eso, el judaísmo las anima a expresar su conexión a través de los rezos diarios individuales, aunque obviamente, que de así preferirlo, pueden rezar en la sinagoga. Los hombres son más externos (vemos evidencias de esto en el mundo en que vivimos, ya que los hombres están más inclinados a ser parte de un grupo o un equipo). Esto forma parte del espíritu masculino, y explica porque el camino espiritual del hombre está más relacionado con los rezos públicos.
Razonamiento Interno

La Torá también describe el proceso de la creación de Eva usando la palabravayiven, "Dios construyó". Esta palabra comparte la misma raíz en hebreo que la palabra biná, que significa "perspicacia" o entendimiento. Esto sugiere, como dice el Talmud, que las mujeres fueron creadas con una dosis extra de sabiduría yentendimiento.

Biná significa mucho más que "intuición femenina", significa tener la habilidad de compenetrarse con algo y entenderlo desde su interior, lo que también se conoce como "razonamiento interno".

Los hombres tienen más de lo que se llama daat, un entendimiento que viene del exterior, un tipo de entendimiento que tiende a estar más conectado a los hechos y figuras.

La sociedad pierde un gran recurso cuando sólo uno de estos dos aspectos es valorado. Así como dos ojos nos permiten ver las cosas con más precisión, el ver las cosas desde la perspectiva masculina y femenina nos da un entendimiento más completo de la vida.

Hay que tener en cuenta que la ciencia moderna apoya este antiguo punto de vista del judaísmo de que la mente de los hombres y de las mujeres funcionan diferente.

Un caso acerca de esto ha sido investigado por Ralph Holloway, Christine de Lacoste-Utamsing, Jeanette McGlone y Doreen Kimura. Esta investigación ha probado más allá de toda duda, que el cerebro del hombre y de la mujer tienen diferencias físicas menores. Por ello, no es sorpresivo que cientistas sociales estén centrándose más y más en la fisiología como fuente de explicación de las diferencias en el comportamiento y el pensar, y así también como factor determinante en las áreas de interés y excelencia.

Igual pero diferente
El género es una cualidad crucial en la identidad de cada persona. El hombre y la mujer son totalmente iguales, pero diferentes - y esa diferencia es positiva. Con sus talentos y naturalezas especiales pueden dar el uno al otro y ayudarse mutuamente a lo largo del camino de la vida.

Dios, en Su infinita sabiduría, creó al ser humano en dos géneros distintos para permitirles complementarse y completarse. Cada género debe apreciar y usar su fuerza especial. Ya que los géneros son distintos, sería contraproducente forzarlos a comportarse de manera idéntica, lo que ayuda a un hombre, no necesariamente ayuda a una mujer y viceversa.

El bello poema del Rey Salomón llamado Eshet Jail, "Mujer Virtuosa", describe toda la gama de roles que una mujer puede llevar a cabo, incluyendo profesora, mujer de negocios, madre, esposa, pero todos ellos como una mujer.

Cuando le preguntan a una mujer a que se dedica, ella generalmente responderá nombrando su profesión. Pero la verdad es que no somos meramente doctoras, ingenieras, secretarias, educadoras. Somos seres humanos tratando de realizar nuestro potencial.

Al darle las herramientas para crecer moral y espiritualmente, mientras que desarrolla sus fuerzas especiales, la Torá libera a la mujer para que sea ella misma con autoestima y alegría, y sin pedir disculpas.

miércoles, 8 de julio de 2009

Todo el tiempo con vos!

Se dice que la mujer en general es más dependiente que el hombre. Son pocas las mujeres que se quejan de hombres excesivamente demandantes.

Sin embargo, los hombres somos muchos más demandantes que las mujeres, o mejor dicho, tenemos mucha menos tolerancia a estar solos. La única diferencia es que diversificamos más.

Evidentemente por naturaleza, al hombre le gusta hacer mucho más de todo. Le gusta comer mucho, le gustan los deportes, o le gusta algún pasatiempo, o estar con sus amigos, o estar con muchas mujeres, o trabajar mucho, etc., etc.

Los intereses de las mujeres parecen ser más acotados. Puede compartir muchas de las pasiones que enumere, pero hasta ahí. Lo más importante para la mujer es otra cosa, y cualquier otra motivación parecerá minúscula frente a aquella.

Les quiero contar algo. Hace un tiempo me compre una lancha y desde entonces, son pocos los fines de semana que no voy al tigre. Con frio o con calor, no me interesa, es una forma de desconectarme de todo y aprovechar el día.

En verano es frecuente ver mujeres, pero siempre acompañadas de hombres. Es casi imposible encontrar un grupo de mujeres solas arriba de una lancha o velero. ¿Por qué será? ¿Es una actividad masculina? ¿Qué define que sean actividades masculinas? ¿Si tanto les gusta navegar cuando alguien las invita, porque no hacerlo por sí mismas?

Tengo muchas lagunas con respecto a este tema, pero no dejo de preguntarme porque a las mujeres no les entusiasma tanto hacer y emprender cosas como a los hombres. ¿Será porque cuando somos chicos ellas ya juegan con muñecas y muñecos simulando ser mamás y nosotros jugamos con autitos y aparatos? Mismo ejemplo con la computadora o la playstation, ¿por qué a las mujeres no les gusta jugar a nada?

Pero volviendo al eje de este ensayo, si al hombre le redujeras su posibilidad de hacer cosas, es muy probable que comience a demandarle compañía a la mujer. Si le sacas tiempo de la cancha, de los amigos, del trabajo, de la play, o lo que sea que lo entretiene, va a empezar a joderla a ella.

No hay mejor evidencia para esto que los hombres rompe bolas y demandantes con las mujeres. En el 100% de los casos resultan ser personas "escasas"…

¿Pero saben qué? Las entiendo y las aplaudo. Porque a pesar de no tener tan diversificadas sus intereses como nosotros, se la bancan solas. Y tienen mucho aguante.

Estoy seguro que ningún hombre podría ocupar ese lugar donde nosotros a veces las ponemos. Ese lugar de “esperá” que tengo otras cosas para hacer.

Es más, si fueran Uds. las que quisieran hacer de todo, todo el día, nosotros probablemente buscaríamos otras mujeres para el mientras tanto. Que, es más, estoy seguro que en muchos casos, el "tengo otras cosas que hacer" se trata solo de eso.

Triste pero real…

jueves, 2 de julio de 2009

La mujer madura antes que el hombre

Madurar: Cavilar sobre un plan o designio hasta perfeccionarlo

Tenemos un gran conflicto entre hombres y mujeres. Nacemos en un mismo momento, vamos al colegio juntos, al secundario, luego a la universidad, pero en algún momento, simplemente, la mujer acelera.

Al finalizar la universidad (si es que asistimos), arranca un período donde vamos a “testear” aquellos que hemos aprendido a hacer. Obviamente comenzamos bastante ignorantes, y a medida que van pasando los años, nos perfeccionamos.

Esta perfección, si todo sale bien, nos permite aumentar las posibilidades de alcanzar aquello que anhelamos en la vida.

¿Y qué es lo que anhelamos en la vida? Yo creo que está dividido en dos instancias. La primera tiene que ver con el desarrollo individual y la segunda con tener hijos. En mi caso en particular, asumo que una vez alcanzado los objetivos que me he propuesto y me desafían como hombre, le daré la bienvenida a la descendencia.

Lo veo como un proceso: primero debo cumplir con mí deber de SER, para que luego mis hijos, tomen la posta (como alguna vez yo tomé la de mis padres). No antes, no después, sino en el momento justo.

Evidentemente me doy cuenta que este proceso en la mujer es más breve y en el hombre más lento (para ser equitativo con los géneros). Esta diferencia genera un gran conflicto. Si ambos tenemos aproximadamente la misma edad, es posible que la mujer quiera darle lugar a la vida en familia antes que el hombre.

Los motivos, son poco importantes, lo que sí es importante es que ninguno tiene la culpa. Simplemente así es la vida HOY. A pesar de compartir actividades en común, hombres y mujeres ocupan distintos roles en la paternidad. Y en mi opinión, estos roles son cultural y biológicamente distintos.

Un hombre, por ejemplo, siempre tendrá la responsabilidad del cuidado de la familia, mientras que la mujer tendrá por ejemplo el cuidado amantar. Está en los genes. Mientras que una mujer está embarazada, muy poco será lo que podrá hacer por ella misma. Ni que hablar cuando el bebe tenga algunos meses.

No es casual entonces, que "la naturaleza" las proporcionó de un hombre cuyo rol, no es solo el de “proveer” un espermatozoide, sino también el de cuidarlas, al menos mientras dure este período (esto esta enunciado en varías teorías que explican los orígenes de la monogamia).

Para que el hombre logre sentirse capaz de “cuidar”, en el siglo XXI, lleva sus años. El cuidado de esta era, tiene que ver con la solvencia. Con haber desarrollado una capacidad de producir, capaz de solventar a su familia si así lo necesitara.

Por eso creo que una combinación perfecta entre un hombre y una mujer es aquella diferencia de edad que complemente la diferencia en maduración.

Ignorar esta premisa, probablemente producirá un constante tire y afloje entre los tiempos de uno y los tiempos de otro.

“Ser presionado a hacer algo, cuando uno aún no está preparado, genera la misma frustración que esperar cuando ya estás listo para hacerlo”.

Esta frase debería guiar a las mujeres a la hora de presionar a sus hombres a tomar decisiones prematuras en cuanto al compromiso; ya que es esta misma frase la que nos ha guiado a nosotros, los hombres, a esperar, cuando ustedes aún no estaban listas para tener su primera relación sexual.

Si alguno de nosotros supimos esperar en su momento, ustedes sabrán también. En cambio, así como otros también hemos buscado alguna mas veloz cuando no quisimos esperar, seguramente ustedes también sabrán buscar algún otro mas maduro.

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