viernes, 20 de marzo de 2009

XVII - No me sigas, yo también estoy perdido

Señores pasajeros, el capitán encendió la luz de ajuste de sus cinturones de seguridad. Por favor, permanezcan sentados en sus asientos. El servicio de la cena se suspenderá momentáneamente.

- Por favor, les pido que vuelvan a sus asientos.
- El tema es que nos prestaron estos asientos mientras durara la cena.
- No importa, siéntense ahí por ahora, no hay problema.
- ¿Pasó algo que suspendieron el servicio?
- No, simplemente va a haber algo de turbulencia y se va a hacer difícil circular por los pasillos.
- ¿Será eso Cris?
- No tengo idea. Encima le tengo pánico a estas cosas. ¡Lo que faltaba!
- Quedate tranquilo. Debe ser normal. Uno que no viaja tanto no está acostumbrado, pero no nos preocupemos anticipadamente. ¿Por qué no ponés algo de música y te concentrás en mí tanto que insististe? Yo te distraigo.
- Me haces reír. Te juro que esto me pone muy nervioso. No sé que poner… ¿Te gusta la música clásica?
- No conozco mucho.
- Yo tampoco, pero me bajé algunos temas conocidos de alguna que otra película y te transportan.


Me quedé dormida. ¿Cris? ¿Dónde te metiste? Debe haber ido al baño. No entiendo nada. ¿Y la cena? ¿La habrán traído y él dijo que no? Deberían estar por traer el desayuno. Ya amaneció, no pude haber dormido tanto.

- Disculpame, ¿ya están por traer el desayuno?
- No, el desayuno ya pasó. La traté de despertar, pero me fue imposible. Estamos próximos a aterrizar, así que le ruego que enderece su asiento y se abroche el cinturón.
- Pero no entiendo, había un chico sentado conmigo, ¿no lo vio levantarse al baño?
- La verdad que no señorita, recuerdo que anoche usted estaba con alguien. Cuando pudimos pasar a servir la cena finalmente, nos dijo que no iban a cenar. Esa fue la última vez que lo vi. Hoy a la mañana ya no estaba.
- Pero no puede ser, mi verdadero asiento es abajo. Necesito bajar a buscarlo.
- No, ahora no es el momento. Estamos próximos a aterrizar, así que le ruego que permanezca sentada.
- Pero usted no entiende, no tengo idea dónde se sienta y el avión es enorme. Si espero a que aterricemos va a ser un mundo de gente y no lo voy a encontrar.
- No se preocupe. Usted está en primera clase, tendrá prioridad para bajar.
- No puedo creer que me esté pasando esto. Está bien, gracias.

¿Que mierda hago? No entiendo como se pudo haber ido así. ¿Por qué? ¿Se habrá sentido mal por la turbulencia? Me hubiera avisado. Tengo miedo que sea otra cosa. ¿Le habrá caído mal mi comentario cuando me pidió que siga el viaje con él? Me estoy poniendo nerviosa. No sé qué hacer. Va a ser imposible encontrarlo. Encima vamos para lugares distintos. No me puede estar pasando esto. Cristian sos un forro. Me estás haciendo sentir mal. Algo pasó, tengo esta fea sensación. Tengo que bajar a mi asiento aunque sea. Acá no lo voy a ver más. No me puedo quedar acá sentada como una estúpida sin hacer nada. Mejor que tenga una buena explicación, porque si no… Me mando ahora, ya fue.

- ¡¡¡¡Señorita, por favor vuelva a su asiento!!!!
- Perdooon.

6 comentarios:

estrella dijo...

...quiero leer mas...

besos

Anónimo dijo...

Ay... lo lograste: genera picor en el estómago. Me gustó

Anónimo dijo...

Coincido! generaste adrenalina...muy bueno Ale, continuá..

A.C. dijo...

Muy bueno Ale, dan muchas ganas de saber como sigue todo...

Anónimo dijo...

El preludio transporta!! Me encanto el titulo... cada persona es un misterio!... el tema es cuando nos involucramos con ese misterio ya estamos atados, ya no dependemos de nosotros mismos...

Ana

Anónimo dijo...

wow, quiero saber que onda?? como termina la historia........ Excelente

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