martes, 3 de noviembre de 2009

Los carenciados

La necesidad es una sensación de carencia de algo elemental para el desempeño de la actividad humana.

Según Maslow las necesidades Las necesidades están jerarquizadas:

Necesidades fisiológicas, comida, bebida, vestimenta y vivienda.
Necesidades de seguridad, seguridad y protección.
Necesidades de pertenencia, afecto, amor pertenencia y amistad.
Necesidades de autoestima, autovalía éxito y prestigio.
Necesidades de autorealización, de lo que uno es capaz, autocumplimiento.

Conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados.

Los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como «necesidades de déficit» (deficit needs o D-needs); al nivel superior lo denominó «autoactualización», «motivación de crecimiento», o «necesidad de ser» (being needs o B-needs). «La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua».

La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide.

La insatisfacción de estas necesidades puede provocar cierto grado de cinismo, disgustos, frustración, depresión, invalidez emocional, alineación, enfermedades o incluso la muerte, dependiendo el faltante.

Mi intención en este ensayo es describir las consecuencias en la conducta de las personas carentes afectivamente.

En primer lugar, una persona puede sentirse poco querida o sola, y a la vez ser receptora de mucho “aparente” cariño. Esto es porque la forma en la que uno debe recibir el afecto debe cubrir tres necesidades: Asociación, participación y aceptación.

Si, por ejemplo, la forma en la que me quieren es siempre y cuando me comporte de una determinada manera, no estoy siendo aceptado tal cual soy. Esta forma de cariño no cubre mi necesidad afectiva.

Por eso muchas veces encontramos familias felices en apariencia con hijos o matrimonios efectivamente tristes y/o solitarios.

La carencia afectiva también puede darse a través de una pérdida. Las pérdidas pueden ser voluntarias como involuntarias. Igualmente en cualquiera de ambos casos, si uno no ocupa el vacío generado, desarrolla una conducta carente.

¿Y cómo se comportan los carenciados? En general desarrollan temores o mayor aversión al riesgo. Aquello que tengo eleva su valor si resulta ser lo único o poco que poseo. Esta característica limita la posibilidad de negociar, ni que hablar, de ambicionar.

Las decisiones siempre están orientadas hacia la no pérdida en lugar de hacia la mayor ganancia o beneficio.

Si lo trasladamos al plano afectivo, es probable que mi necesidad de ser querido, aceptado, me presione a optar frente a una persona que me ofrezca esta clase de vínculo, indistintamente que el enamoramiento no haya tenido lugar.

Esto no siempre ocurre solo en el arte de elegir, sino también al dejar de elegir. De encontramos insatisfechos con nuestra pareja, si perdimos atracción o enamoramiento, si sus tratos cambiaron o dejó de ser la persona que era, mis faltantes afectivos con otros vínculos condicionaran mi facultad de poder alejarme.

Las pérdidas también provocan alternaciones en nuestras conductas. Perder a los padres cuando uno aún es joven y estos cumplen un papel relevante en nuestra vida, perder un amigo, romper con un amor, un ser querido que se va a vivir lejos, etc., son todas situaciones que nos limitan a la hora de tomar decisiones afectivas. Sin embargo, son momentos excepcionales que bien procesados uno debería volver a un estado de bienestar nuevamente.

El problema que evidencio se da principalmente en las personas que viven en una constante necesidad insatisfecha de afecto. Aquellas que por elección o mala suerte no revierten contextos desafortunados presionados a lo largo de su vida a abandonar sueños y anhelos.

Lo observo como una detención, una interrupción en el camino natural que debería transitar la motivación de las personas. Por eso se observan individuos que perduran en el tiempo siempre igual, sin modificaciones, sin evolución, con las mismas quejas o las mismas problemáticas. Con deseos que no solo nunca se conquistan sino que además jamás se intentan. Año tras año inmóviles en el mismo “lugar”, como sucediendo una especie de privación en la posibilidad de actuar.

La solución es fácil: Reconstruirse. Reconstruir vínculos. Dejar los malos, buscar nuevos y buenos. Es así de simple. Como suelo decir siempre, en ciudades tan pobladas hay personas para todos. Solo hay que hacerles lugar, y encontrar el trabajo personal o el coraje que nos de valor para hacerlo. Y lo más importante, una vez hallados, apostar y confiar. Como en la niñez o adolescencia, dónde uno es lo suficientemente inconsciente o ingenuo como para detener algo que pinta bueno.

Y finalmente, ¿por qué? Supongo que porque toda clase de libertad provoca una sensación de bienestar. Porque entusiasma elegir lo que deseo beber, a tomar cualquier cosa por temor a que se acabe el agua. O capaz simplemente por dejar latente la expectativa de alcanzar esa inalcanzable autorealización...

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Autorrealización: Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, al menos, hasta cierto punto.

Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades, una serie de cualidades similares; estimaba que eran personas:

centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino;
centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus soluciones;
con una percepción diferente de los significados y los fines.

En sus relaciones con los demás, eran personas:

con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación;
independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios propios;
resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran inconformistas;
con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la condición humana;
buena aceptación de sí mismo y de los demás, tal como eran, no pretenciosos ni artificiales;
frescura en la apreciación, creativos, inventivos y originales;
con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.

6 comentarios:

Marina Agra dijo...

sí, soy una fucking carenciada. ¿Y qué?

cd dijo...

me parece que es muy natural..sentir carencias, siempre estar necesitando "algo mas"...ambicionar, y es bueno de hecho, nos hace evolucionar. Pero si, es cierto que muchos perciben la necesidad de otra cosa y no hacen nada para llegar a eso. Mis dos mejores amigas, mis hermanas diria, ambas tienen relaciones con sus parejas en las que "el problema" que tenian hace 5 años, ese tema que las hacia sufrir y llorar como locas, hoy sigue siendo el mismo!!, me enferma!, ya no se que hacer, me quede sin palabras para decirles (de las suaves, de las indirectas, de las duras) NUNCA esos hombres las van a hacer felices y me duele que no puedan modificarlo, quedarse ahi es firmar un contrato de infelicidad eterna.. Es como pones arriba "año tras año, inmoviles en el mismo lugar". Me desespera y me rompe la cabeza mas aùn no entender porque no lo resuelven. En fin...
Besos

Ale dijo...

Es verdad. Y la triste realidad es que uno no puede querer mas a alguien de lo que esa persona se quiere así misma.

La mejor forma de predicar es con el ejemplo. Si alguien evidencia una buena experiencia cercana, es muy probable que confíe o tienda a replicarla.

Como los chicos, copian todo aquello que los ignora, ignoran todo lo que es dirigido.

Igualmente... asumo que no es su culpa, uno no elige el contexto en el que nace y lamentablemente es absolutamente determinante.

Como me decía un ex amigo hace mucho tiempo...

"Ale vos no te das cuenta, pero por cada "peso" que a vos te cuesta algo, a mi me cuesta diez.

cd dijo...

si...es cierto eso del contexto, en estos casos creo que es bastante determinante. lo loco, es que ellas SI ven que hay otras cosas y que sus novios son unos imbeciles machistas egoistas, hipocritas, pedantes e indiferentes pero aun asi...continuan!, el enojo y el dolor se les pasa, y todo vuelve a lo mismo, y luego se repite el ciclo, siempre el mismo. Estan como...resignadas, y yo me re maquino! hay dias que quiero salir a buscar esos hijos de puta y atropellarlos con un auto...
en fin..me fui a la mierda, perdon,nada que ver con tu ensayo pero justo es un tema que tengo a flor de piel en estos dias.beso

Anónimo dijo...

cd...avisame y me subo al auto con vos...tengo varios para pisar

cd dijo...

ok, pero manejo yo.
ja!

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